Recursos de Salud Mental para Jóvenes Infractores - Proyecto MHYO Volumen II

Proyecto MHYO, Volumen II

Manual para la mejora de los conocimientos y habilidades profesionales
y el desarrollo de programas de promoción

Ver documento: MHYO Volume II - MANUAL FOR IMPROVING PROFESSIONAL KNOWLEDGE, SKILLS AND DEVELOPING ADVOCACY PROGRAM

Como marcos evidentes teniendo en cuenta la relativa prevalencia en aumento de los problemas en salud mental entre los jóvenes infractores y la aparente ineficacia por la falta de coordinación entre los sistemas de justicia juvenil de y de salud para afrontarlos, como consecuencia dichos sistemas de justicia juvenil están buscando cierta orientación para poder solucionar dicha situación. Por esta razón, se ha llevado a cabo el “MHYO - Manual para la mejora de los conocimientos y habilidades profesionales y el desarrollo de programas de promoción” como manual general para todos los profesionales involucrados e interesados en contacto con jóvenes infractores con problemas de salud mental.

En su primera sección “MHYO – Herramientas de formación para la mejora del conocimiento y las competencias del profesional” se ha diseñado para guiar al lector a través del camino de los jóvenes con trastornos mentales en su paso por el sistema penal de justicia. Desde el momento de su detención hasta su puesta en libertad, se describe cada momento de contacto entre los jóvenes y los organismos de salud/justicia para exponer así los distintos retos. En cada momento de contacto, se detalla una lista de profesionales así como también de ejercicios de formación específica para ellos. También se identifican los momentos de intervención cruciales.

En la segunda sección “MHYO – Herramientas de Apoyo” consiste en un kit de herramientas de apoyo. Su objetivo es ayudar a los interesados y a los expertos a nivel nacional a desarrollar programas de apoyo y de evaluación en la mejora de las disposiciones a los servicios para los jóvenes infractores con trastornos en salud mental. Con este fin, se han desarrollado tres herramientas que pueden emplearse para desarrollar un programa nacional específico de acción o como herramientas propiamente dichas. Finalmente, la sección 2 incluye la opinión y las recomendaciones del OIJJ para proporcionar una mayor asistencia a los países para identificar y resolver los problemas existentes con respecto a la situación de los jóvenes infractores con trastornos mentales. Y consiste en recomendaciones tanto a nivel internacional como a nivel europeo y nacional.

Sección 1 – MHYO: Herramientas de formación para la mejora del conocimiento y las competencias del profesional

Este manual de formación ha sido diseñado para guiar al lector a través del camino de un joven que se desenvuelve en medio del sistema penal de justicia. El momento de contacto con ciertos organismos y profesionales se rompe y así se muestra al lector la importancia de los mismos para considerarlos cada vez. La sección I puede usarse como un folleto de referencia o como una herramienta de formación para ampliar los conocimientos de los profesionales que trabajan con los jóvenes infractores.

Dentro de la misma, cada capítulo está formado por: información sobre qué hacer ante casos/momentos críticos del día a día de los jóvenes infractores y cómo pueden plantearse ciertos temas, cuadros explicativos sobre temas clave, ejemplos de buenas prácticas en todo el mundo, qué necesitan los jóvenes en cada etapa del proceso, recordatorios sobre qué puede hacerse por los jóvenes en cada etapa y preguntas y ejercicios para debatir o de autorreflexión. Además, empieza dando una definición general sobre los problemas, las enfermedades y los trastornos mentales, y los distintos tipos que existen.

Prevención

Este capítulo empieza describiendo las causas de delincuencia y ofrece una lista de riesgos y de factores preventivos como son la familia, la escuela, la comunidad y los factores individuales/entre iguales. Dentro de los factores de riesgo se explica más detalladamente el abuso, tanto físico, como sexual y emocional, y el abandono. Por tanto, el capítulo explica las causas de los problemas de salud mental, enfermedades y trastornos, agrupándolos en cuatro grupos: dificultades de origen familiar, traumas, de apego y genéticos o hereditarios. El capítulo continua explicando lo que sería la prevención del delito como “el trabajo llevado a cabo por profesionales para frenar/parar a los niños y jóvenes a cometer delitos”. Se detallan minuciosamente las tres categorías de prevención (la primaria, secundaria y terciaria) y se dan ejemplos de buenas prácticas para cada una de ellas. Por último, se enumeran los tipos de profesionales que están involucrados en la prevención y se da una idea general sobre los momentos clave a considerar. Cuando se diseñan programas de prevención se plantea que los profesionales deben ser sistemáticos, estratégicos, creativos, flexibles y estar bien coordinados. Los momentos cruciales de intervención se identifican tan pronto como sea la intervención, interviniendo en familias potencialmente de riesgo lo antes posible, mientras que una intervención en la escuela o de asistencia son puntos básicos en cualquier momento.

Detención

Este capítulo explica qué pasa cuando se arresta a un menor. Primero enumera las necesidades del menor en ese momento y los distintos tipos de profesionales que están involucrados. Así se identifican los momentos decisivos en el proceso de detención y se explican individualmente. El primero de ellos es la cuestión de una respuesta adecuada por parte de la policía cuando trata con un sospechoso con presuntos problemas de salud mental. El segundo es el tiempo de detención, y los autores describen las obligaciones que esta vez tiene la policía. El tercer momento a tener en cuenta es la detección de un problema en la salud mental, y para ello el capítulo da una extensa lista de señales importantes que pueden detectarse y que deben ser seriamente tenidas en cuenta por al policía. El siguiente momento crucial es el interrogatorio, en donde se realizan varias sugerencias sobre cómo sería mejor el interrogatorio para el menor. El quinto momento es la posibilidad y los tipos de diversión que dicen que son una buena opción para los menores con trastornos en salud mental. Lo siguiente consiste en la explicación del proceso de investigación y de acusación y se mencionan algunos aspectos importantes a tener en cuenta. El último momento crucial es el de la custodia policial y los autores hacen recomendaciones sobre qué lo que la policía tiene que tener en cuenta a la hora de decidir detener a un menor y qué comportamientos pueden indicar que ese individuo puede representar un riesgo para él o para los demás. El capítulo termina con una serie de ejercicios específicos y de momentos de debate como formación.

Juicios y Procesos penales

Durante el proceso del juicio existen varias consideraciones importantes: se tiene que tener en cuenta la edad y el entendimiento del menor, se tiene que llevar el juicio desde un ambiente agradable, por ejemplo en los tribunales especiales de menores, y los profesionales, tano jueces como abogados y psicólogos deben cooperar. Los autores enumeran de nuevo las necesidades del menor en esta etapa, los tipos de profesionales que trabajan y lo que pueden hacer. Por consiguiente, los se identifican y se detallan los momentos cruciales en el proceso del juicio. Antes de que el juicio tenga lugar, se debe de determinar la salud del menor para declarar y los autores subrayan los principales criterios para hacerlo. También se debe examinar la amplitud de los problemas de salud mental del menor a través de un informe previo a la sentencia en el que constatarán los siguientes temas: culpabilidad, plantea un riesgo por su problema de salud, viabilidad de cualquier tipo de diversión/sentencia, y la cuestión de supervisión. Cuando se identifica un problema en la salud mental, se debe consultar a los expertos en el tema para reunir una mayor ayuda sobre las necesidades físicas/psicológicas/sociales del individuo y el posible impacto de cualquier pena de privación de libertad para el menor con dichos trastornos mentales. Durante las evaluaciones del forense, los autores mencionan varios aspectos éticos a tener en cuenta. Y durante el juicio, los autores enfatizan que el lenguaje empleado durante este proceso debería adaptarse a las formas adecuadas para el menor. Finalmente, cuando se dicta sentencia, los autores destacan lo que el juez debe tener en consideración, y el capítulo concluye con unos ejercicios específicos y unos momentos de discusión de apoyo.

La privación de libertad y la preparación para su puesta en libertad

Privar a un menor de su libertad es perjudicial a nivel físico y psicológico, especialmente para los jóvenes con problemas de salud mental. Se informa de que los jóvenes detenidos tienen elevados niveles de trastornos psiquiátricos. Después de dar una idea general sobre las necesidades de los menores y de los tipos de profesionales involucrados en esta etapa, los autores identifican los momentos de intervención más importantes. Comentan que la privación de libertad anterior a un juicio, también llamada prisión preventiva, debería evitarse a menor que el menor sea considerado como peligro público. En el momento de transferencia y de admisión en un establecimiento seguro, los jóvenes ya debería de haber recibido ayuda para sus problemas de salud mental y deberían haber recibido información sobre las medidas impuestas y las características del centro al que ha sido destinado. Los autores destacan la primera noche y la semana después de la admisión como los momentos más importantes, es decir, cuando deben tener lugar la revisión en salud mental debido a que se desarrollan los daños auto-infligidos y aumentan dramáticamente las cifras de suicidios. Una vez en privación de libertad, los autores enfatizan que los planes de intervención deben de estar diseñados para fomentar el progreso del menor con las últimas tendencias para su reintegración satisfactoria en la sociedad después de su puesta en libertad. También se describe las características de un plan efectivo de intervención. Se debe disponer de un adecuado tratamiento que se adapte q las necesidades del individuo. El aislamiento y las restricciones deben emplearse solo en caso de situaciones de emergencia, cuando el menor o el resto de menores o el personal estén en peligro. El capítulo concluye finalmente con ejercicios específicos y momentos de debate para la formación.

Sanciones basadas en la comunidad

En este capítulo se explican las necesidades de los menores, incluidos los profesionales y los momentos de intervención importantes que se desarrollan en la ejecución de las sanciones basadas en la comunidad. Las sanciones basadas en la comunidad son aquellas que las que el juez impone al menor un castigo que se realiza en la comunidad. En cierta forma, éstas pueden llevar consigo una obligación en el comportamiento, la corrección de la malicia, el desempeño de trabajos específicos o la participación en clases educativas. Estas sanciones además necesitan una supervisión por parte del organismo a través de un trabajador social o un agente de libertad vigilada. Los autores identifican las responsabilidades de este supervisor en: desarrollar una relación cercana con el menor, ofrecerle objetivos reales, la participación de la familia de acogida y el uso de distintos tipos de modos de intervención. En el caso de incumplimiento, no se deberá de privar la libertad automáticamente si no que se deberán modificar las sanciones o las medidas de acuerdo con las necesidades específicas del menor.

La inclusión y la prevención a la reincidencia

En este capítulo, los autores argumentan que es esencial una continuidad en la ayuda y aunque saben que existen dificultades, proponen numerosas formas de solucionarlas. También hacen una lista sobre las necesidades de los menores y del tipo de profesionales involucrados y sobre lo que pueden hacer éstos para ayudarles. Los momentos más importantes de intervención durante esta fase son los siguientes: la transición a través de la cual los autores anotan que el abandono y la finalización de los tratamientos/asistencia y la transición de un servicio a otro pueden suscitar fuertes emociones y reacciones a los menores. Por eso, los profesionales necesitan asegurarse de que eso ya se habló antes con los jóvenes y de que existe un tiempo y un suficiente apoyo para que el joven lo acepte y se adapte. Cuando se planifica la puesta en libertad del menor, la prevención a la reincidencia es crucial. Esta puesta en libertad del menor debe de ser de manera gradual y debe hacerse uso de salidas y de días libres. Ya en libertad, los servicios de post-tratamiento deben estar disponibles a crear y a completar la gradual transición del menor desde la vida en un establecimiento a la vida independiente en el mundo exterior.

Sección 2 – MHYO: Herramientas de Apoyo

‘MHYO Herramientas de Apoyo’ son un conjunto de herramientas de apoyo. Su objetivo es ayudar a los interesados y a los expertos a desarrollar programas de apoyo y de evaluación para así mejorar las disposiciones de los servicios para los jóvenes infractores con problemas de salud mental. Con este fin, se han desarrollado tres herramientas que permitirán el desarrollo de programas de apoyo a nivel nacional:

  • Reforma de Ley en vías de desarrollo
  • Carta de los derechos del Niño privado de libertad y relacionados con la salud mental
  • Evaluación y valoración

Reforma de Ley en vías de desarrollo

Cualquier reforma que afecte a los jóvenes infractores con problemas de salud mental necesita tener el apoyo tanto de un nivel gubernamental hasta de la comunidad entera. Para que sea efectiva, los autores proponen varios elementos esenciales como son la identificación de los problemas y sus causas, los borradores de los proyectos, la comprobación de la compatibilidad de las leyes nacionales con las medidas internacionales, ofrecer un análisis de costes, consulta y construcción en consenso, diseminación, formación, supervisión y evaluación de las reformas y de su impacto. Las estrategias que pueden ayudar al desarrollo de la reforma satisfactoria y efectiva de la ley y de la política son aquellas que miran tanto al pasado como al futuro, identificando el contexto político, escuchando a la opinión pública, tomando enfoques alternativos, haciendo uso de buenas prácticas y usando el apoyo disponible/facilitado por las instituciones internacionales.

Declaración de los derechos del Niño privado de libertad y relacionados con la salud mental

La declaración de los derechos del Niño privado de libertad con trastornos en la salud mental está diseñada como una herramienta de salvavidas. Dicha Declaración recuerda a los profesionales cuáles son los derechos de esos menores vulnerables y cómo los deben cumplir. Se explica resumidamente los derechos específicos que merecen especial atención de los profesionales que trabajan con menores en justicia juvenil y en el marco de salud, como son: la admisión en centros de salud mental del menor cercanos, el derecho a informarse sobre el tratamiento, el derecho a participar en la formulación del tratamiento, el derecho a participar en el funcionamiento del centro, el derecho a una atención de calidad, el derecho al respeto de su privacidad, el derecho a relaciones personales y familiares, a medidas restrictivas, el derecho a un asesoramiento legal, el derecho a la educación y el derecho a actividades culturales y de ocio. La Declaración es una versión basada en otra desarrollada en Bélgica por el Ministerio de Sanidad en colaboración con el hospital “Centre Hospitalier Jean Titeca”, en Bruselas. Empezaron el proceso de formalización de la Carta en 2010, y estaba enfocada a aquellos que trabajan en residencias y hospitales en donde se establecen menores que presentan problemas tanto psiquiátricos como de comportamiento.

Evaluación y valoración

La mejora de los servicios y de los resultados de los jóvenes infractores con trastornos mentales necesita un fuerte método de evaluación y seguimiento. Inspirándose en la Compilación de Herramientas de Evaluación para la Justicia Penal de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), el OIJJ ha diseñado un modelo similar como un conjunto de herramientas modelo y para permitir a las personas o a las organizaciones nacionales, gubernamentales, internacionales y de otra índole a: llevar una valoración comprensiva de los sistemas penales de justicia, identificar campos de asistencia técnica, ayudar a los organismos a diseñar las intervenciones que integran las normas y medidas de Naciones Unidas respecto a la prevención delictiva y la justicia penal, y a poner en práctica todos estos temas. Las Herramientas se han clasificado según los grupos sistemáticos de justicia penal, dando como resultado cuatro grupos que son: Mantenimiento del orden, Acceso a la justicia, Medidas de privación y de puesta en libertad, y Formas de atajo. El tema se explica resumidamente en las siguientes secciones y ha sido modificado del manual original realizado por los expertos de la ONUDD para que resulte más pertinente respecto a los jóvenes infractores y su salud mental.

Dictamen del OIJJ sobre la situación de los jóvenes infractores con trastornos de la salud mental

Además de estas tres herramientas, la sección II incluye el dictamen del OIJJ, la cual puede considerarse para destacar los problemas y las necesidades de los jóvenes infractores con problemas en salud mental, convirtiéndose así en la base de asesoramiento entre los principales interesados, como son el público en general y los miembros de la sociedad civil, y siendo el punto de partida para ayudar a las actuales prácticas nacionales y a su legislación.

Está opinión trata varios aspectos relacionados con el tema en cuestión. Primero, reconoce que los problemas en salud mental están generalizados entre los jóvenes infractores. Es más probable que los menores en orden de arresto experimenten trastornos en la salud mental y, sin embargo frecuentemente no reciben los servicios adecuados respecto a su específico tratamiento, haciendo así que sus condiciones empeoren. Desde el punto de la prevención, el reconocimiento y la evaluación de los trastornos mentales, se expone que es crucial una temprana revisión, evaluación y que deberían realizarse cuanto antes para dar respuestas de intervención efectivas para los menores en riesgo.

Desde la responsabilidad penal de los menores con problemas en salud mental, el dictamen expone que se tendría que dar una especial consideración en el caso de menores cuando se determine su responsabilidad penal, ya que los menores no han alcanzado aún la mayoría legal y por tanto son diferentes que los adultos, y sobretodo si sufren trastornos mentales. Se tendrán que llevar a cabo varias evaluaciones antes de establecer la presencia de problemas en salud mental y sus efectos sobre la culpabilidad del menor. Una vez establecido, el tribunal deberá tener en consideración qué medidas impuestas son las mejores. Los autores creen que el desarrollo de una cooperación próxima entre el tribunal, los sistemas educativos y de salud puede dar resultados más efectivos sobre los programas de intervención.

En términos de evaluación de salud mental, es necesario unos vínculos más cercanos entre los sectores de justicia y de salud. Ambos sectores mantienen sus propios intereses y objetivos, sin embargo deben de tener presente que tienen un objetivo común, que es el de garantizar en cualquier momento los intereses del menor. Por otra parte, debería existir una formación multidisciplinar para los profesionales y los interesados que están en contacto con los jóvenes infractores con trastornos mentales. Sería aconsejable una formación básica en salud mental para crear así una base común en los distintos sectores y mejorar así la cooperación entre ambos.

 

Daphne

Programa DAPHNE III
El análisis comparativo europeo y la transferencia de conocimientos
sobre recursos de Salud Mental para Jóvenes Infractores (MHYO)